Vinos submarinos
Fue en 2021, después de muchas dudas, cuando decidimos experimentar sumergiendo una pequeña parte de nuestra producción bajo el mar. Al principio, tuvimos muchas dudas al respecto. ¿Realmente habría diferencias entre vinos “submarinos” y “terrestres”? ¿Algún factor podría influir negativamente en la calidad del vino?
Nuestro espíritu aventurero nos empujó a decidirnos. En la primera crianza submarina sumergimos tan solo 70 botellas, vinos blancos y tintos, durante seis meses en el Mar Mediterráneo. Los objetivos fueron sencillos. Comprobar qué ocurría con nuestros vinos cuando los sometías, en ausencia de luz solar a temperatura constante, a una presión distinta a la que hay sobre el nivel del mar y a un ligero movimiento. Cuando las botellas emergieron de las profundidades sentimos tener en nuestras manos verdaderos tesoros submarinos. Rápidamente nos dispusimos a catarlo. Nuestra sorpresa fue mayúscula al encontrar diferencias significativas. Pudimos notar como, después de seis meses de crianza submarina, los vinos mantuvieron la frescura de su juventud, pero mostraron matices distintos, más complejos e intensos, como toques minerales y notas salinas. Sabores, en definitiva, redondos y suaves, con gran intensidad aromática. Con este tipo de envejecimiento submarino, el vino genera una mayor amplitud en boca, con un final ligeramente yodado. Características exclusivas muy distintas a las que se pueden obtener en una bodega “terrestre”.
Hemos vuelto a sumergir 102 botellas este año. A principios de diciembre es cuando saldrán a la venta. Si estás interesado en adquirir uno de nuestros tesoros submarinos solo tienes que enviarnos un email y te informaremos sobre los precios y condiciones.